jueves, 26 de septiembre de 2013

NEREA LAZKANO (Parte I)

¡¡¡ Wolaaa!!! Hoy es un día muy especiaaal!! Tenemos una colaboración de Héctor.  Muchas gracias por dejar que lo publique en mi blog. Cuando me lo sugeriste me hizo mucha ilusión. ¡A ver qué os parece! A mí me ha gustado. Tiene sus matices "escondidos" y, por lo menos a mí me lo parece, da que pensar. ^,^...

Por cierto, el texto es de él, pero los colores y las negritas que puedan aparecer...son cosa mía. (Me ha dado permiso, que conste). Y si no le gusta, pueees... nada, que me lo diga. Y ya veremos....jejejejje.


Un día de trabajo como otro cualquiera, con los agobios típicos y uno añadido, el jefe que llama con de voz de tener que estar en su despacho antes de que termine la llamada.
 -Sr. López, le voy a encargar una misión muy delicada.

(Ya empezamos.)

 -Una misión que sólo usted, entre muchos miembros de esta empresa, parece ser capaz de llevar a cabo.

(Dios mío.)

-Hay sospechas de que la sra. Lazkano, con el pretexto de la auditoría, está pasando información confidencial a la competencia. Usted lleva ya unos cuantos años señalándome qué trabajadores son de fiar y cuáles no, y nunca se ha equivocado, así que confío plenamente en usted.

(Tierra, trágame.)

-De su éxito pueden depender muchas cosas, el futuro de esta empresa entre ellas.

Sólo hay una cosa peor que ser ineficaz, y es ser demasiado eficaz. Lo digo por experiencia. ¿No se había dado cuenta el jefe de que todos los trabajadores de quienes yo le entregara informes eran hombres? ¿De qué no sólo nunca había hablado con Nerea sino que además me ruborizaba con sólo verla? Si tras años de matrimonio seguía sintiendo timidez ante Isabel, que no era especialmente guapa ni elegante, no quería ni pensar en hablar con Nerea, que era ambas cosas, y cómo. Sólo con ver esa cabellera desparramada, esos conjuntos de falda y chaqueta, esas inmensas piernas piernas acabadas en inmensos tacones...

Y no sigo porque era justo ésa la imagen que tenía ante mí. ¿Se había materializado de pensar en ella?

-Sr. López, tenemos que hablar. Le espero en media hora.

 Al menos ella daba el primer paso. Eso sí, su acento vasco imponía. No podía evitar acordarme de Patxi
 Urrutikoetxea, aquel compañero tan bruto de la escuela.

-Por cierto, sr. López, ¿ha tomado el sol estos días? Le veo la piel muy colorada.

 Cuando se pasaba al acento argentino la impresión era muy distinta pero me hizo ponerme aún más rojo.

-Isabel, no me esperes a comer hoy ni mañana. Me quedo en la empresa.

Nerea llamó a mi despacho y, en lugar de entrar, me hizo señas de que la siguiera. Me llevaba a su terreno la muy fresca.

Su terreno era un bar cercano al que yo había ido un par de veces, pero mi sorpresa y mi vergüenza aumentaron al ver que no nos quedábamos en la barra ni en las mesas sino que subíamos a un reservado. El corazón quería salírseme del pecho.

Ella me hizo sentarme en el sofá. El camarero subió con las consumiciones y al marcharse ella pasó el pestillo.

-Sr. López, parece que mi presencia causa problemas. (Acento vasco.)

Me armé de valor.

-Sra. Lazkano, no bromee. Debo investigarla, y su postura no favorece una correcta resolución del problema.

O al menos eso creo que dije, pues la lengua se me trababa y se diría que las palabras no se atrevían a desplegarse. Y encima ella volvía al acento argentino.

-Mi postura, ja ja. ¿En qué postura me debo poner según usted?

-No bromee. No me obligue a...

-Ja,ja,ja. ¿A ser violento? ¿A pegarme?

Jugaba conmigo al gato y al ratón. Estaba midiendo mis fuerzas, provocándome y disfrutando. ¿Qué haría yo al final?

-No lo hará. Usted es un caballero y un caballero no pega a una dama.

Echó una carcajada y completó la frase:

-Al menos, no en la cara.

Esa frase lo desencadenó todo.

3 comentarios:

  1. Gracias a ti por publicarlo. Si quien lo lea descubre esos matices y, como dices, piensa, me daré por satisfecho. En cuanto a los colores, ya sabes que tienes plena libertad.
    Buenas noches.

    ResponderEliminar
  2. Vaaaya con la dama, si que es directa!! Voy a leer la segunda parte, que estoy muy intrigada.

    Genial lo de los colores Rode :)

    ResponderEliminar
  3. Claro, se supone que una dama debe ir por todas partes con la cabeza bien alta, y hablar alto y claro. Me alegra que sientas intriga, bueno, a estas horas ya la has resuelto.
    Hasta la próxima.

    ResponderEliminar